Literatura/Re-edición: Sophia

Miro el reloj, son las cuatro treinta de la madrugada. Intento, ya sin esperanzas dormir. Desde aquello mi percepción del transcurrir del tiempo se ha visto afectada, las noches son interminables y los días acaban apresuradamente.

¿Será esto a lo que se refería? , pruebo distraer la mente, inducir pensamientos diferentes, más tranquilos, antes era muy sencillo. Sin embargo, por más que lo intento no puedo separarme de la realidad que me mantiene en estado de vigilia constante. Ya no pienso en lo que tengo que hacer mañana, en el trabajo, en los amigos o en la gran cantidad de implicaciones que conlleva el diario vivir. No, solo pienso en ella y lo cerca que estoy de hallar las respuestas. Es increíble, he probado el prologo de lo absoluto, pero a pesar de ello no me siento diferente, solo me acosa esta maldita ansiedad. Así es cada noche, hasta que sale el sol.

 ¿Cuándo podre conocer el resto?

Conocimiento, necesidad innata de los seres humanos, a eso se resume todo. Desde el umbral de las épocas el individuo ha indagado todo cuanto le rodea. El porqué del macro cosmos, el sentido de la vida, el más allá, Dios.

A lo largo de la existencia del ser, esa duda existencial ha asaltado a la humanidad en más de una ocasión y en la mayoría de los casos ha logrado ahogarla sin piedad en el vacío del existir. A pesar que estoy a punto de llenar ese vacío, yo no he sido la excepción.

Pensaba fielmente que de hecho la vida no era otra cosa que un mal chiste, una jodida broma  para el entretenimiento de la entidad suprema, en parte aun lo considero así. Acepte resignado esa premisa, ya era parte de mi y aun lo es. Genere mi propio vacío existencial, cada quien genera el suyo y también es responsabilidad de cada quien llenarlo, después de todo “los espacios vacios existen para ser llenados”, eso es un hecho, pero ¿con qué llenarlo?

Se dice que cualquier cosa puede llenar ese vacío, No obstante para mi cualquier cosa no es suficiente. Condeno la idea de una verdad subjetiva para cada quien, la realidad es subjetiva, se apunta a que existe una verdad absoluta y objetiva que no puede ser percibida. 

“A menos que se manifestase de forma subjetiva"

¿Eso es posible?

“Nada es imposible para una voluntad dispuesta"

¿Voluntad dispuesta? Pero aun si fuese posible ¿seguirá siendo en ese caso una verdad absoluta?

“Acabas de ser marcado, pronto todas tus preguntas te serán respondidas”

No, puede ser, regreso a lo mismo. No puedo sacarme esa discusión de la cabeza. Eso no debió ser más que algo prediseñado por mí, pero se salió de control. ¿Quién tomo el control? Y lo que es peor aun. ¿Cómo es posible que “la marca” haya pasado al plano físico?

Enciendo la lámpara de la mesa de noche, doy una ojeada a mis brazos, las heridas ya han cicatrizado por completo y efectivamente he quedado “marcado”, debería de mostrarle esto a alguien más, no. creerían que he perdido la cordura, ¿la abre perdido ya? me cuesta trabajo creer.

¿Estaré soñando? No, definitivamente no es un sueño.

¿Acaso he quedado atrapado en mi propia esfera de realidad? No, eso es ilógico.

¿En la de alguien más? Más ilógico aun, algo dentro de una esfera no puede pasar a otra.

Echo un vistazo rápido al reloj, son las cuatro y treinta y uno, ¿un minuto? ¿Solo ha pasado un jodido minuto? , apago la lámpara, me recuesto nuevamente, cierro los ojos, el flujo de pensamientos disminuye su fuerza, me relajo un poco, una palabra viene a mi mente:

“Sophia”

Abro los ojos de golpe, no puedo dormir, tengo miedo…

Despertar y conciencia

Nada, no puedo dormir, soy víctima del insomnio. Es curioso soy torturado por un trastorno que entiendo perfectamente y que ayudo a mis pacientes a prevenir, conozco sus causas y riesgos. Sin embargo, últimamente me ataca constantemente. Me tortura todas las noches, tengo sueño pero por más que intento, nada, no puedo dormir.

Siempre acostado aquí, pensando y pensando en la oscuridad, ya no soy el mismo. Me arrepiento. Mi vida aunque llena de problemas como la de cualquier otro, era entretenida, probablemente una mentira constante, pero entretenida. Antes los días se me pasaban entre fantasías, buscando escapar de la aburrida realidad, ahora estoy en un punto sin retorno, lo que creía fantasía resulto ser realidad. Pero ¿Cómo saber si realmente es así? Maldición, creo que estoy completamente loco, las lagrimas brotan de mis ojos y caen por mis mejillas. Me levanto de golpe, grito desesperadamente y en la lobreguez de mi habitación, la ira se apodera de mí, destruyo todo lo que se atraviesa en mi camino.

Mierda, ¿Qué estoy haciendo?, agotado y con mi cuarto arruinado me tiendo nuevamente en la cama.

No es normal, este comportamiento no es normal, no soy normal.

Algo malo dentro de mi crece, puedo sentirlo, es lo único de lo cual tengo completa certeza.

Maldita, maldita, “Sophia” y sus jodidas palabras.

“Dentro de cada quien habita el poder más grande que pueda existir, un poder absoluto que rompe y trasciende todas las dimensiones conocidas. Todos los seres poseen dentro de sí una parte del “Increado” la única forma que existe para “trascender” es buscar dentro de ti mismo y liberar ese poder”

Aquel que es el motor de todo y habita en cada ser viviente, “el increado”, una estructura compleja universal y real.

¿Real?

Mis pensamientos se ven interrumpidos, la radio suena, es mi señal para despertar, aunque ya estoy despierto, realmente percibo que despierto de un largo y mal sueño. El sol se asoma sobre el horizonte, comienza un día más.

Sigo la misma rutina de siempre. Me levanto, hago algo de ejercicio, me aseo y salgo a buscar el desayuno no me gusta cocinar.

La noche anterior ha muerto y con ella todos los pensamientos y frustraciones, me amparo en el regazo del sol, en su energía y calor. Soy normal de nuevo.

Saboreo mi desayuno en una banca del parque, es un día hermoso, excelente clima, una vez he terminado decido regresar a casa y alistarme para trabajar. Camino a casa y pienso en mis pacientes, cada uno de ellos con sus problemas, cada quien con su propia vacante existencial. Vacante que lo único que hago es llenarles con un mismo elemento, sin embargo cada uno de ellos lo manipula y lo adapta a sí mismo.

Un mismo elemento, solo que percibido de forma diferente. En otras palabras una realidad subjetiva.

Un obstáculo en frente interrumpe mis pensamientos, un grupo de muchachos le dan una paliza a un pobre tipo. Que lamentable escena, decido rodear el espectáculo se me hace tarde.

-Tú, quédate parado donde estas, no vas a ningún lado.

Sabía que no debía de tomar un atajo por estos callejones, mierda, pero ¿Por qué? No tengo ninguna intención de involucrarme.

-Disculpen caballeros, pero voy retrasado, no tengo ningún asunto que tratar con ustedes, no los conozco y no se preocupen que no pienso delatarlos, soy pésimo para los rostros. Seguiré mi camino y acá no ha pasado nada.

Uno de los sujetos se me acerca y arremete contra mí, caigo al suelo. Ya veo, no hay ninguna posibilidad de negociación. Me levanto. El sujeto arremete contra mi nuevamente, cuantas aperturas. Avanzo flexionando un poco mis rodillas e inclinando mi cuerpo, como lo esperaba lanza un puño directo con su mano derecha. Para ser un pandillero no es muy bueno peleando, evado hacia el lado izquierdo y conecto rápidamente con mi mano derecha un puño en su estomago.

Un momento algo anda mal, cuanta fuerza, el impacto es demasiado, puedo sentir como sus órganos internos se desgarran, involuntariamente mi mano derecha, a una velocidad irreal se retira, se eleva y ahora mi codo derecho impacta en su nuca, puedo sentir como se parte su columna, es horrible, a una velocidad increíble su cuerpo se revienta contra el suelo, cuánta sangre, el está muerto.

Atónitos sus compañeros me miran horrorizados, al igual que yo, no pueden creer lo que ha pasado, comienza la huida, rápidamente se retiran. Yo también decido alejarme a gran velocidad ¿pero qué mierda ha pasado? Lo he matado.

“¿Eso es lo que quisieras?”

Sigo en la banca del parque donde desayune, ¿pero qué cojones? ¿Cómo? Oh mierda, está empeorando, las estoy creando inconscientemente. Miro mis manos y el mundo a mi alrededor comienza a oscurecerse, todo es oscuridad. Levanto la mirada y allí esta ella.

-¡Sophia!

Epilogo

Es imposible mantener esclavizada a la naturaleza humana, ahora lo comprendo, hoy que estoy con ella, más próximo al “Increado” y a la vieja sabiduría. Elevar nuestro espíritu y no ver los límites de esta dimensión es el fin último en la búsqueda de la perfección, el deseo de conocimiento y libertad finalmente vence todas las ataduras.

En su despacho, el inspector Charles Underwood lee la carta de un suicida.

-No sé si es irónico o simplemente curioso.

-¿Qué cosa inspector?

-El significado del nombre Sophia.

Nota aclaratoria: Este texto corresponde a algo que escribí hace ya bastante tiempo y que re-encontré en una vieja USB. Luego de leerlo, no pude evitar terminarlo, quizás no como en aquel entonces hubiese querido, pero es un pequeño tributo que mi YO actual, le rinde al adolescente quien escribió esta pequeña historia, la cual responde(o intenta responder…porque no es más que una alusión) a la duda de nuestra propia existencia. Pues supone de forma latente, la pregunta acerca del sustrato de la existencia y la existencia de la verdad absoluta fuera de la percepción del ser limitado por la figura de un creador que controla todas las “ideas” que, según parece, serían únicamente reservadas a entidades supremas. 

Sophia, nombre griego que significa: "Aquella que posee el conocimiento"